Todo lo que debes saber antes de esterilizar a tu gato

esterilizar a tu gato

La esterilización de los gatos es una práctica muy común entre los dueños de estas mascotas, pero no siempre está claro todo lo que este proceso implica. Por eso en este artículo vamos a detallar algunos aspectos de lo que significa esterilizar a tu gato. Esto para que puedas tomar la mejor decisión, así como acompañar a tu mascota durante el proceso. 

Esterilizar a tu gato: diferencias entre esterilización y castración

Aunque en general suele hablarse de esterilización como cualquiera de los procesos para evitar la reproducción, la realidad es que la esterilización y la castración son dos procesos diferentes. Además de ello, también tendrán diferentes consecuencias en el comportamiento del felino. 

La esterilización suele ser una vasectomía en el caso de los machos y una ligadura de trompas en el caso de las hembras. Pero, la castración implica la extirpación de los órganos sexuales de tu gato. Si bien la esterilización no suele tener consecuencias en el comportamiento de tu gato, la castración si podrá tenerlas. De hecho, puede afectar de distinta manera a machos y hembras. 

3 beneficios de esterilizar a tu gato

Esto quiere decir que la extirpación de los órganos sexuales traerá consigo cambios hormonales. En el caso de machos que puedan tener un comportamiento agresivo o dominante, la castración tenderá a suavizar ese comportamiento. Pero si es una hembra con un carácter similar, la castración podrá empeorar el comportamiento.  

Un gato macho castrado también verá disminuido su impulso de escaparse a buscar hembras o a marcar su territorio.  

Por otra parte, la esterilización no tendrá consecuencias en el comportamiento, porque sus hormonas seguirán produciéndose con normalidad. Esto equivale a que su comportamiento reproductivo no tendrá variaciones, a pesar que ya no podrán procrear. Los machos seguirán marcando territorio y las hembras seguirán entrando en celo. 

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Cuándo esterilizar a los felinos

Los expertos señalan que los gatos pueden esterilizarse a cualquier edad. Sin embargo, hay coincidencias al señalar que la mejor edad es antes de que llegue a la madurez sexual. Esto es entre los seis y los ocho meses de vida. 

Incluso algunos centros veterinarios recomiendan llevar esta práctica incluso antes, entre los dos y los tres primeros meses de edad. En general, la esterilización a edad temprana no pareciera tener efectos adversos sobre los gatos. Lo que sí definitivamente es un mito es que hay que esperar a que las gatas tengan su primer celo antes de ser esterilizadas. Tampoco es necesario que tengan una camada antes de someterse al proceso.  

Cuidados después del procedimiento

Luego de la esterilización, tu gatito pasará por un proceso post operatorio. Luego de unas horas de la intervención, podrán volver a casa, aunque podría pasar que las gatas tengan que pasar algunas horas más en observación. En cualquier caso, al llegar a casa es recomendable que estén cómodos y tranquilos y que los dejes recuperarse a su ritmo. 

Lo más probable es que tu gato recupere el ánimo en muy poco tiempo y vuelva a la normalidad en seguida. 

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