Tal como puede pasarle a cualquier ser vivo, tu gato puede ponerse enfermo. Pero el principal problema es que en ocasiones los felinos no muestran los síntomas de su enfermedad de una manera tan evidente. Es por eso que resulta importante que aprendas a reconocer qué señales puede darte tu gato cuando no esté bien de salud. Así podrás rápidamente prestarle tu ayuda para que vuelva a estar saludable.
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Cómo saber si tu gato está enfermo
Los expertos aseguran que los gatos pueden esconder los síntomas de su enfermedad. Esto por una cuestión de supervivencia. Sin embargo, cuando tienes una mascota felina y la conoces bien, resultará relativamente más sencillo conocer si no está bien.
Conocer las necesidades básicas de tu gato, así como su comportamiento normal y las actividades que realiza cada día forma parte de este conocimiento. Esto significa que si detectas algún comportamiento inusual durante el día a día, no dudes en consultar al médico. De hecho, puede pasar que la enfermedad se encuentre más avanzada de lo que podría creerse.
En general, los gatos realizan cada día tres acciones básicas. Esto es comer, jugar y dormir. Cuando notes que alguna de estas acciones tiene alguna alteración, puedes estar en presencia de un gato enfermo. Por ejemplo, un signo de enfermedad puede ser una cierta apatía o inactividad. También las alteraciones en los patrones de sueño pueden ser un síntoma de que se está desarrollando alguna enfermedad.
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Otros síntomas
Un gato enfermo puede comer menos, dormir más y estar apático. Es decir, que un gato con inapetencia o que esté permanentemente aletargado puede no estar bien.
Otros síntomas de enfermedad pueden ser una salivación excesiva o la disminución en la cantidad de orina. Ante un gato que se rasca o se lame mucho, así como un gato que bebe agua en exceso, debes acudir al veterinario lo más pronto posible. Son señales de alerta que te indican que tu gato no está bien.
Otros indicadores de problemas de salud pueden ser vómitos, diarrea o estreñimiento. Si estos síntomas duran más de 24 horas, será una buena idea acudir al profesional de la salud. Este sabrá explorar los síntomas y determinar las causas. Estas pueden ser problemas intestinales, renales o del hígado.
Mi gato no quiere comer
El veterinario también podrá darse cuenta si el gato está en un estado febril. Cabe destacar que se considera que un gato tiene fiebre cuando su temperatura supera los 39,4 grados. El especialista también podrá palpar su abdomen para determinar si se encuentra hinchado.
Puedes observar si hay otros síntomas como las variaciones en la frecuencia de la orina. Otra señal es si observas a tu gato haciendo muchos esfuerzos para el momento de defecar. Esto puede ser una señal de algún trastorno digestivo.
Un indicador de la salud de tu gato es la piel. Esta debe ser suave y de color rosa o negro. No debe tener caídas de pelo significativas o costras. El pelaje debe ser suave y brillante. En caso de que observes que el pelo se torna opaco, puede ser un síntoma de que tu gato está enfermo.
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