Los bigotes de los gatos cumplen una cantidad de funciones dentro de su organismo que les ayudan a comprender su entorno. Se trata de una especie de “antenas” que destacan como una característica de la esencia felina de nuestro gato doméstico. Los bigotes en los gatos están alojados entre la nariz y el hocico, pero también están distribuidos en distintas partes de su anatomía. Eso si, no se ven a simple vista.
La realidad es que los gatos tienen también este órgano sensorial en las orejas, en los ojos y en las patas delanteras. Están distribuidos de manera simétrica y tienen un par en cada lado de su cuerpo, En total, son 24 bigotes, a través de los cuales pueden medir su entorno con mucha precisión.
Para qué sirven los bigotes de los gatos
Los bigotes de los gatos tienen una apariencia similar a un pelo más grueso que lo regular. Pero en realidad son sensores de vibración, que entre otras funciones les permiten mantener la visión nocturna.
También son capaces de medir las distancias a la hora de cazar a sus presas a través de estos sensores naturales. Si has observado alguna vez a un gato desplazándose por la oscuridad, probablemente habrás notado que no suelen chocarse con los objetos ni con los muebles. Eso es porque los bigotes les permiten detectar los obstáculos de una manera muy certera y evitarlos con los movimientos ágiles que caracterizan a nuestros felinos domésticos.
El funcionamiento
En general, los bigotes son capaces de enviar la información sensorial al cerebro. De allí, el cerebro gatuno es capaz de decodificar la información y mantener el equilibrio en distintas circunstancias. Por ejemplo, al saltar de un lado a otro, son los bigotes los que le permiten mantener el equilibrio.
Además, a través de sus bigotes, los gatos pueden percibir las corrientes de aire. A través de este conocimiento tan sutil, también son capaces de notar en dónde se encuentran los obstáculos, para posteriormente sortearlos.
A manera de traducción, los bigotes envían información al cerebro y este la convierte en un mapa sensorial. Es a través de este mapa que los gatos pueden saber cómo moverse, hacia qué dirección y cuánta fuerza emplear para saltar de un lugar a otro.
Hay que saber que los bigotes se conectan al sistema muscular y al sistema nervioso. Es por eso que debe cuidarse muchísimo en caso que se le tenga que cortar el pelo a un gato. De hecho, un gato que resulte despojado de este órgano se verá limitado en muchas de sus capacidades.
Si bien es común que puedan llegar a caerse de manera natural porque tienen un lapso de vida útil, no deben tocarse en ninguna circunstancia. A través de sus bigotes, los gatos pueden adaptarse a su entorno y sobrevivir.
Un dato que debes conocer es que regularmente mudan dos veces al año los pelos sensoriales o bigotes. Por eso es normal que veas estos pelos en la casa en ocasiones. Pero si se caen con mayor frecuencia sería recomendable consultar al veterinario, ya que puede ser un síntoma de alguna enfermedad.
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