Conejos y bolas de pelo

Las bolas de pelo son un problema que siempre conviene evitar y es que provocan mucho trastorno en las mascotas. Pero en el caso de los conejos hay que tener especial cuidado pues éstos, a diferencia de los gatos, no pueden vomitar. Los conejos son animales muy limpios, están contínuamente aseándose y, en las etapas de muda, pierden una enorme cantidad de pelo. A esto sumémosle que los conejos por lo habitual suelen ser también mascotas muy curiosas y un poco peculiares, que no tienen ningún reparo en probar objetos que a los humanos nunca se nos ocurriría llevarnos a la boca, como por ejemplo, las pelusas del suelo, los cables, papeles, e incluso jugando pueden comerse un trapo a mordiscos.

Las peligrosas bolas de pelo

Si nuestro conejo pasa un día poco activo cuando su carácter es dicharachero, no quiere comer y notamos que se siente inquieto por la parte de la panza, como es que se encoge al tocarle la barriga, que se recuesta, acuesta y se levanta muchas veces como si no lograse encontrar la postura que quiere, muy probablemente esté sufriendo por una bola de pelo.

Es fundamental vigilar las heces del conejo. Los días previos a un ataque de molestias por bolas de pelo, suelen ir haciendo las cacas muy pequeñas y escasas. Un conejo que no hace caca en todo un día y ha perdido la vitalidad, nos está indicando que algo no va bien.

Debes comenzar a actuar rápido, no dudes en acudir al veterinario si el animal siente dolor, respira agitado o pasa más de un día sin comer no defecar. Se trata de un trastorno que puede ser mortalmente grave.