Cuidados que requiere el petauro de azúcar

petauro de azúcar

El petauro de azúcar o simplemente petauro es un pequeño mamífero marsupial originario de Australia, Indonesia y Nueva Guinea. El tamaño de este simpático animal es similar al de un jerbo. Recibe su nombre por su predilección por los alimentos dulces como el néctar, pero su nombre científico es Petaurus breviceps. Se trata de una especie que está ganando popularidad como mascota, principalmente por la facilidad con la que se adaptan al cautiverio y porque sus cuidados son sencillos.

Además, el petauro de azúcar se caracteriza porque es capaz de crear vínculos con la persona que lo cuida, además de tratarse de un animalito de carácter amigable. Sus cuidados son similares a los roedores, pero hay que destacar que vivirán más felices en grupos, porque necesitan la interacción social. Otra ventaja de esta especie es que suelen ser muy limpios y no emiten mayores olores. Además, suelen vivir muchos años.

Cuidados para el petauro de azúcar

Los petauros en su estado natural se alimentan de néctar, insectos, frutas y pequeños roedores. En cautiverio puede alimentarse de plantas y de carne, ya que se trata de un animal omnívoro.

En cautiverio, un petauro de azúcar puede vivir entre 8 y 14 años. Sin embargo, necesita de la compañía de otros seres de su especie para vivir feliz. Si decides tener uno solo, deberás interactuar mucho con él y formará lazos estrechos contigo. Hay que saber que en ocasiones enferman y mueren de soledad.

Una pareja de petauros necesitará una jaula de 60 x 60 x 90 centímetros, pero si el espacio es más grande, mejor. Al ser una especie arborícola, será mejor para ellos tener barrotes en los que puedan trepar. La jaula debe tener una casita para anidar, rueda de ejercicio, cuerdas, escaleras o plataformas y juguetes. La jaula debe tener un cierre seguro, porque pueden aprender a abrirlo.

Características

Los petauros tienen hábitos arborícolas y nocturnos. Esto quiere decir que desarrollan la mayor parte de sus actividades durante la noche. Sin embargo, cuando estos animalitos están en cautiverio, pueden cambiar un tanto los hábitos. De hecho, suelen disfrutar de actividades en el día con sus cuidadores. Por ejemplo, estar en los bolsillos de la persona que los cuida.

Es fácil diferenciar a los machos de las hembras, porque estas presentan la bolsa marsupial como una hendidura en el medio del abdomen.

Otro dato a tomar en cuenta es que cuando son adultos suelen ser muy recelosos de los extraños. Esto hará que sea bastante difícil domesticar a un ejemplar adulto de esta especie. Pero si tienes un petauro desde muy joven, este se acostumbrará rápidamente a las personas. Solo será necesario tener contacto con ellos de manera frecuente desde el momento en el que llegan a casa.

Hay que recordar que los marsupiales tienen en común nacer tras una gestación corta y migrar hacia la bolsa donde su madre los alberga durante cierto tiempo. En el caso de los petauros, la gestación sólo dura 16 días. Luego de ello, el bebé petauro queda en la bolsa de su madre durante dos meses. Si se los llegase a separar durante este período, las crías morirán y se le causará daño a la madre. En cualquier caso, se recomienda no manipular a las crías hasta que salgan de la bolsa. Y luego de ello, no separarlas de sus padres hasta los tres meses aproximadamente.

Un detalle es que los petauro macho participan de forma activa del cuidado y alimentación de las crías, por lo que no es buena idea separarlos.