Para convivir con un gato, es importante conocer qué le gusta, qué alimentación es la más apropiada para su salud y cuáles son los artefactos esenciales para su comodidad. Pero hay unos elementos que la mayoría de personas olvida y que puede ser un factor determinante en la felicidad de un minino en su hogar, como los son las cosas que tu gato detesta.
Contaminación acústica
Los ruidos fuertes e inesperados son grandes enemigos de los felinos. Por lo que no es de extrañar que cosas como el sonido de un claxon, de la aspiradora, música sin control, gritos u objetos rompiéndose, formen parte de las cosas que un gato detesta. ¡Y ni hablar del sonido provocado por los cascabeles que suelen colocarse en sus collares!
Olores fuertes
Existen ciertos tipos de olores que les disgustan a los gatos, y que incluso pueden llegar a causar que se alejen de su hogar cuando son demasiado fuertes. El olor emitido por los ajos, las cebollas, por los cítricos como el limón o las naranjas, por el vinagre, la pimienta y el plátano. Sin olvidar el olor a humo, el olor a químicos entre los que se encuentran los desinfectantes, los aromas de ciertas plantas, entre otros, forman parte de las cosas que un gato detesta.
Cambios en su rutina diaria
La rutina es un elemento esencial para los gatos, ya que es ella la que les transmite un sentimiento de seguridad. Es por esto que las mudanzas, idas al veterinario e incluso los viajes en auto, o la llegada de desconocidos, afecta tanto a los felinos.
Exceso de caricias
A los gatos les gusta que exista un equilibrio en el nivel de atención y caricias que se les da, no por nada son ellos los que deciden cuándo está bien y cuándo no. Y aunque existen ciertos gatos a los que les gusta recibir mimos de más, para ellos siempre hay un límite que es mejor respetar. Razón por la que no se suele recomendar abrazarles, besarles o tratarlos como si fueran un bebé.
Miradas fijas
El ver fijamente a un felino a los ojos, es una de las cosas que un gato detesta. Esto sucede porque para ellos, es una clara señal de amenaza e intimidación, ante la cual no dudarán en responder si la persona no es de confianza para ellos. Para evitar incomodar al gato cuando se le está viendo, lo mejor es pestañar de forma un poco pausada, evitando el contacto visual prolongado.
