Por qué los gatos negros se asocian con las brujas

Los gatos suelen tener un aura de misterio que los rodea, gracias a las condiciones de su característica personalidad felina. Su carácter intrigante y misterioso les ha valido una reputación que en la antigüedad solía asociarse con la brujería, la magia y otras supersticiones. De hecho, solía creerse que los gatos negros no sólo eran las mascotas preferidas de las brujas, sino que también podían traer mala suerte. 

Por supuesto, es importante destacar que estas creencias y supersticiones son cosa del pasado y no tienen base en la realidad. Los gatos negros son simplemente gatos comunes con un pelaje de color negro y no tienen poderes mágicos ni están relacionados con la brujería. Hoy en día, muchas personas adoptan y cuidan gatos negros como mascotas amorosas y cariñosas, y la mayoría de las sociedades modernas desalientan la persecución de gatos u otras supersticiones relacionadas con ellos.

Gatos negros y brujas

La asociación de los mininos de pelaje negro con la brujería y las supersticiones tiene raíces históricas y culturales en diversas partes del mundo. Durante la Edad Media en Europa, se difundieron creencias supersticiosas relacionadas con la brujería y los gatos negros. En ese momento, se creía que las brujas podían transformarse en gatos y que los gatos negros eran sus cómplices. Esto llevó a la percepción de que los gatos negros eran criaturas misteriosas y potencialmente peligrosas.

De hecho, durante la caza de brujas en la Edad Media, los gatos, especialmente los negros, a menudo eran considerados símbolos de brujería y, lamentablemente, eran perseguidos y asesinados junto con las personas acusadas de brujería.

Algunos investigadores aseguran que los gatos eran utilizados en diferentes rituales por las brujas. Estos gatos eran utilizados como parte de los hechizos y rituales mágicos y por ellos se los terminó asociando con la magia negra. Esta creencia se vio reforzada por la iglesia, que llegó a considerar a los gatos como símbolos del mal.

Los gatos también eran considerados como protectores de las brujas, ya que se creía que podían detectar la presencia de espíritus. Además, muchas personas creían que los gatos eran en realidad brujas transformadas. Esta creencia se remonta a la Edad Media, cuando se creía que las brujas podían transformarse en gatos para escapar de la persecución de la Iglesia. Esta creencia también contribuyó a la asociación entre los gatos y las brujas.

La asociación de gatos negros con la brujería se perpetuó en la cultura popular, incluyendo la literatura, el cine y la iconografía de Halloween. Los gatos negros se han convertido en un símbolo icónico de esta época del año.

Nocturnidad

Los gatos en general suelen ser animales nocturnos que están más activos durante la noche. Esto los hizo parecer aún más misteriosos, ya que su comportamiento estaba en línea con la idea de la brujería y la magia que se cree que ocurre de noche.

Otra causa que hizo que los gatos y en particular los gatos negros se relacionaran con fuerzas ocultas son sus ojos brillantes. Los ojos de los gatos, especialmente en la oscuridad, pueden brillar intensamente debido a una capa reflectante detrás de la retina. Esto a menudo se interpretaba como un signo de su conexión con lo sobrenatural.

Imagen cortesía de https://pixabay.com, a quien pertenecen todos los derechos