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Las garrapatas y las pulgas son los parásitos externos que más complicaciones le traen a un dueño de mascotas. Trayendo consigo una multitud de problemas que no solo afectan al animal en cuestión, sino también a las personas que interactúan a diario con él.
Lidiar con las garrapatas y las pulgas es una tarea complicada que requiere siempre de una buena estrategia y perseverancia. Sin embargo, un elemento crucial para evitarlas es la prevención por medio de herramientas y tácticas por parte de la persona. Haciendo del tema garrapatas y pulgas: cómo prevenirlas, un elemento de gran importancia para todo dueño de mascotas.
¿Por qué son tan peligrosas?
Las garrapatas y las pulgas son altamente dañinas para todos aquellos individuos que tengan la desgracia de convertirse en su huésped o anfitrión, en especial si este no recibe un tratamiento adecuado a tiempo.
La característica principal de estos parásitos externos es el alimentarse de la sangre de un animal, medio por el cual pueden provocarle o transmitirle un sinfín de enfermedades que, en el peor de los casos, pueden acabar con la vida del animal. Esto sin contar el malestar ocasionado por el solo hecho de recibir una picadura por su parte.
Entre los problemas más comunes provocados por pulgas, se encuentran la irritación cutánea y las alergias, así como la dermatitis alérgica por pulgas (DAPP) y la anemia. Mientras que por el lado de las garrapatas, las más comunes suelen ser la enfermedad de Lyme, fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, anaplasmosis y babesiosis.
Primera etapa de prevención: la alimentación
Las garrapatas y las pulgas muestran una notable preferencia por los animales enfermos y débiles, que por lo general no reciben una alimentación apropiada de acuerdo a sus características. Una alimentación equilibrada y que suministre todos los nutrientes que requiere la mascota según su edad y especie es fundamental para prevenir a las garrapatas y pulgas.
Una buena alimentación trae como beneficio extra el fortalecer el sistema inmunológico del animal, lo que le permitirá a este resistir e incluso eliminar algunas de las enfermedades transmitidas por estos parásitos externos.
Segunda etapa de prevención: limpieza del hogar y el entorno
Las épocas de mayor proliferación de las garrapatas y pulgas se encuentran entre el verano y primavera, siendo en algunos países durante todo el año. Esto hace de vital importancia la realización de una limpieza extensa y rigurosa en el hogar para eliminar a cualquier huésped no deseado; este mismo punto va dirigido a los exteriores como el jardín, sobre todo si el animal pasa largas horas allí.
El uso de nebulizadores y aerosoles especialmente diseñados para este fin, junto con una buena aspiradora, serán las herramientas principales para mantener el hogar libre de parásitos. Prestándole especial atención a los lugares y objetos con los que más interactúa la mascota.
En lo que respecta al jardín, este siempre debe estar bien podado y libre de sitios propicios donde se puedan esconder las pulgas o garrapatas. Los productos antiparasitos que se utilicen no deben ser dañinos para otros seres vivos.
Tercera etapa de prevención: el chequeo rutinario
Revisar a la mascota con frecuencia, en especial en las épocas de mayor riesgo de garrapatas y pulgas, es otra parte vital en el proceso de prevención. En cada chequeo es importante mirar con detenimiento al animal y buscar indicios de la presencia de alguno de estos parásitos en su cuerpo.
Contrario a la mayoría de garrapatas que suelen ser visibles a simple vista, con las pulgas se deberá utilizar otras herramientas como un peine para pulgas o buscar en el pelaje de la mascota manchas blancas o negras, un indicio importante de su presencia.
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