Consejos Cuidado

Enfermedades de los perros domésticos

Habitualmente se piensa que si un perro doméstico acude regularmente al veterinario, tiene el calendario de vacunación en regla y está bien alimentado debería estar sano, feliz y libre de enfermedades. Pero muchas veces la casualidad o la mala suerte hace que las enfermedades de los perros domésticos pasen desapercibidas y no sepamos reconocerlas.

La depresión es una enfermedad

No hay que olvidar que la depresión es una enfermedad y no solo un estado de ánimo. En el caso de los animales domésticos debería ser más fácil de detectar porque pasamos mucho tiempo con ellos y se suelen compartir actividades.

Si un buen día nos damos cuenta de que nuestra querida mascota no tiene ganas de jugar, no come y no viene a saludarnos a la puerta no hace falta que vayamos corriendo a urgencias, puede suceder que esté cansado, hambriento o simplemente no tenga ganas. Pero si se trata de un comportamiento continuado es conveniente ponerse en manos de un especialista para poder tratar a nuestra mascota como se merece.

La rabia, otra enfermedad del perro doméstico

Es una de las enfermedades de los perros menos frecuentes en zonas urbanas, y eso la hace muy peligrosa. Muy pocos han visto los síntomas en un animal y la mayoría de los animales están vacunados, por lo que muy pocos la contraen.

Uno de los síntomas más frecuentes y reconocibles es que los perros que la padecen se muestran ariscos y malhumorados, evitan el contacto con el hombre y los juegos. También evitan la luz porque les molesta y muchas veces los encontraremos refugiados en lugares en penumbra.

A medida que la enfermedad progresa muestran irritabilidad y desorientación, es muy común que vayan mordiendo todo que encuentran en su camino. Así se favorece el contagio.

Una vez que aparecen los primeros síntomas ya no podremos hacer nada por nuestro cachorro. Por eso es muy importante vacunarlos y mantener el calendario de vacunación actualizado según las recomendaciones de nuestro veterinario.

El moquillo

Aunque tenga un nombre que puede incitar a las bromas es una de las enfermedades de los perros más seria, y si no se trata correctamente conlleva la muerte de nuestro perro.

Al igual que con la rabia es mejor prevenir que curar y podemos vacunar a nuestra mascota para prevenirla. De todas maneras, nunca viene mal saber cuáles son sus síntomas para poder reconocerla a tiempo.

Como la mayoría de las afecciones en mascotas comienza con la apatía, luego sigue la fiebre, pérdida del apetito y consumo de menos cantidad de agua.

La cantidad de agua es especialmente importante porque conduce a la deshidratación.

Fuente: http://www.mundoperros.es/mi-perro-esta-triste/