Cómo socializar a los mininos

La socialización de un gato, ya sea un cachorro o un adulto, es un proceso vital y que transcurre a lo largo de toda la vida del animal en mayor o menor medida, ayudándolo a adaptarse a su entorno, a sentirse cómodo con quienes lo rodean y a vivir una vida feliz. La socialización en los mininos es de especial importancia, ya que es en esta etapa donde se sientan las bases de su interacción y comportamiento, influyendo directamente en sus reacciones con otros gatos, animales y con las personas.

¿Qué influye en la socialización de un minino?

 

Para que la socialización se lleve a cabo correctamente, se debe tener siempre en consideración todos los factores que puedan influir en su comportamiento, su personalidad y las características naturales que posee un gato.

La etapa en la que un gatito es especialmente sensible y apto para la socialización transcurre entre el final de su segunda semana de vida y la novena, aquí todo lo que aprenda y con lo que interactúe tendrá un mayor peso a futuro. Destacando que, en la medida de lo posible, el gato debe permanecer con su madre y tener a su vez, contacto con personas y animales, pero siempre de una forma equilibrada y sin presiones para el minino.

Los ruidos, situaciones estresantes o amenazantes, la propia naturaleza de los padres y la forma en la que estos interactúan con las personas, influyen pasiva y activamente en la socialización de un minino.

 

¿Cuál es la forma correcta de socializar a un minino, qué tanto dura este proceso?

 

La socialización se lleva a cabo a lo largo de toda la vida del animal que, al igual que sucede con los humanos, puede cambiar o modificar su comportamiento debido a las situaciones que experimente, su entorno y otros elementos con los que pueda interactuar a lo largo de su vida.

Sin embargo, la socialización, adaptación o costumbre, a su nuevo hogar, puede durar más o menos tiempo dependiendo enteramente del felino.

Todos los cambios, entrenamientos o nuevas circunstancias que se le vayan a presentar al minino, deben ser de manera paulatina, de manera de que el gato se vaya adecuando su entorno o elementos esenciales. El minino necesita tiempo para conocer y confiar en algo nuevo; interactuando de a poco y en ambientes controlados. Se puede hacer uso del refuerzo positivo, juegos ya cuando exista un avance, un contacto más directo, pero siempre priorizando la comodidad del gatito, sin forzarlo.

No existe un método veloz y que funcione en el acto, por lo que es un proceso que requiere tiempo e interés por parte del dueño, ya que es el contacto positivo y las buenas experiencias que tenga el gato lo que hará que una socialización sea exitosa.

Siempre teniendo en mente que si lo que se está buscando es un gato súper alegre y sociable, y su minino no es así por más experiencias positivas e interacciones que haya tenido,  se debe a la propia forma de ser del animal en cuestión. Nunca debe olvidar que ellos tienen su propia personalidad, y que no lo puede  obligar a hacer lo que no quieren.

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