El gato persa es un animal de pelaje muy largo, de complexión mediana y de de cuerpo robusto y macizo. La cara del gato persa es muy variable, en cuanto a su cabeza, es redonda y maciza.
Sus ojos son grandes y redondos, y siempre están bien abiertos. Son animales de pelo largo y sedoso, largo en todo el cuerpo pero no lanoso. Podemos encontrar más de 100 variedades de color de pelaje en estos animales, lo cual los hace sumamente atractivos, más allá de su porte majestuoso y real.
Un gato de características muy particulares
Se los puede encontrar de todo tipo de colores y con toda clase de dibujos, son gatos muy versátiles nunca encontrará uno muy parecido a otro. Se pueden clasificar según los colores, por ejemplo, están los gatos persas que son de un color sólido único, son los más difíciles de conseguir, luego están los persas bicolores, este tipo de felino consiste en cualquier otro color predominante más el color blanco. Los colores pueden ser negro, azul, chocolate, lila, rojo, crema, tortuga negro, tortuga azul, tortuga chocolate y finalmente tortuga lila.
Cuando decimos que un persa «es tortuga» significa que posee un patrón en el que se entremezclan dos colores, ambos bien definidos y repartidos por todo el cuerpo. Este tipo de patrón está ligado a las hembras, significa que es extremadamente difícil de encontrar machos persas con este patrón.
