Los hurones, con su gran inteligencia, energía y carisma, se han ganado un lugar entre las mascotas favoritas y más queridas por los humanos. Cada vez es más común encontrar a alguien con este animalito, y ya no es un animal desconocido en muchos lugares del mundo.
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Cuidar y compartir el día a día con un hurón es una experiencia sumamente interesante, aunque a veces desafiante por ser un animal exótico. A diferencia de los perros y gatos, sobre los cuales se dispone de mucha información, los hurones todavía son un mundo por explorar. Por ello, conocer las 3 formas de saber que tu hurón está saludable y feliz es una herramienta invaluable para asegurarte de que tu pequeño peludo está en las mejores condiciones.
Su día a día
Un hurón que no se pierde ninguna de sus comidas, toma sus largas siestas y hace sus necesidades con regularidad es un animal sano y listo para muchas aventuras. Cuando un hurón está enfermo, a menudo se evidencia porque ha dejado de comer o ha pasado más de 12 horas sin ir al baño, lo cual podría indicar un bloqueo o problema gastrointestinal.
En cuanto a sus siestas, que pueden rivalizar con las de los gatos, hay que estar atentos. Si las siestas se acompañan de una alimentación y defecación normales, y no hay signos de problemas de salud como caída del pelo o letargo, no hay de qué preocuparse. Estos pequeños animales pueden dormir hasta 20 horas seguidas si se les deja. Sin embargo, si se presenta letargo, pérdida de apetito o de peso, entre otros síntomas, podría haber un problema.
No hay comportamiento destructivo o defensivo
Para saber si un hurón está feliz con su estilo de vida, observar su comportamiento puede ser útil. Un hurón aburrido o frustrado, que no juega y pasa el día encerrado sin entretenimiento, puede mostrar descontento con una notable energía destructiva. Puede volcar sus envases de comida y agua, poner de cabeza todo lo que esté a su alcance, chillar, y seguir así por horas hasta recibir atención.
Por otro lado, un comportamiento evasivo o defensivo, como esconderse, encorvar la espalda, levantar la cola o bufar, indica que el hurón tiene miedo o no está feliz. Este comportamiento es común en los primeros días en un nuevo hogar, pero si persiste después de esta etapa, algo lo está asustando o incomodando.
La ausencia de estos comportamientos, reemplazada por una energía juguetona y curiosa, es una clara señal de que el hurón se siente cómodo y está recibiendo la atención que merece.
Que no falten los juegos
Los hurones son animales muy activos y juguetones. Una vez que han recargado su energía, corren, saltan, giran, escavan, mordisquean sus juguetes y hacen todo tipo de actividades que les resulten entretenidas. El juego es una parte vital de su rutina y no puede faltar. A través del juego, se expresan, descubren el mundo y muestran que están felices y cómodos. Si un hurón no juega, significa que no se siente bien.
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