Problemas y beneficios de dormir con un gato

dormir con un gato

Muchas personas que viven con mascotas optan por dormir juntos. En el caso de dormir con un gato, si bien puede aportar beneficios a ambos, también es posible que genere algunos problemas. Es de destacar que no existe una sola respuesta para saber si resultará bueno o malo dormir con tu mascota gatuna, ya que hay varios factores a tomar en cuenta.

Beneficios de dormir con un gato

Entre las principales ventajas de dormir con un gato cuenta que se trata de animales con un efecto calmante para muchas personas. De hecho, algunos estudios revelan que la compañía de una mascota puede proteger a las personas de la soledad, la ansiedad y la depresión. A su vez, algunas encuestas han revelado que la mayoría de las personas que comparte la cama con su mascota les otorga seguridad y tranquilidad. Además, también señalan que pueden conciliar el sueño con mayor rapidez estando junto a un gato.

Otro aspecto a tomar en cuenta entre los beneficios de dormir con un gato es fortalecer el vínculo entre ambos. Esto puede ser particularmente importante si la persona pasa mucho tiempo fuera de casa.

Por otra parte, muchas personas aseguran que se sienten seguras durmiendo con sus gatos, porque son capaces de alertar a sus cuidadores ante algo fuera de lo normal.

Problemas

En la otra cara de la moneda, puede haber también algunos problemas o dificultades que se asocian a dormir con un gato. Entre ellos cuenta que los gatos tienen hábitos nocturnos por naturaleza, lo que los puede llevar a estar más activos durante las horas de la noche.

Estos hábitos nocturnos de los gatos podrían en ocasiones llevar a perturbar el sueño de las personas que tengan necesidad de dormir profundamente.

Hay muchos gatos que se acostumbran a los ciclos de sueño de las personas y duermen tranquilamente toda la noche. Pero hay otros mininos que se encargan de correr y jugar a cualquier hora de la noche, maullando y rascando. Esto realmente puede resultar bastante molesto y no dejará dormir bien a las personas.

En general, los gatos pueden dormir hasta quince horas al día, pero no siempre esos horarios coincidirán con las horas de sueño de las personas. Precisamente allí es cuando podrían empezar los problemas. Además, los gatos pueden ser muy demandantes y exigentes. Esto significa que si no les haces caso, podrían llegar a morderte para lograr la atención que requieren. Si esto sucede a mitad de la noche, podría no ser muy agradable.

Un aspecto muy importante a tomar en consideración es lo referido a la salud. En ocasiones, los gatos pueden provocar en las personas algunos tipos de alergias. Esto se verá empeorado en el caso de que la persona duerma con el gato que le provoca alergia. En ciertos casos, dormir con el gato podría provocar un agravamiento de las alergias. La alergia a los gatos puede tener síntomas similares a la rinitis alérgica. Por ejemplo, una persona con este tipo de alergia podría sufrir moqueo, pérdida olfativa, fatiga y otros síntomas.

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