
Cómo conseguir que mi loro hable
Lo primero que debes hacer cuando un loro llegue a casa es tranquilizarte y, sobre todo, dejarle a él que se tranquilice y se vaya habituando a la familia y a la casa. Entiende que acaba de llegar a un sitio nuevo con gente desconocida, como todo ser, estará abrumado, asustado y desconfiado. Dále tiempo.
Practica un acercamiento cada día, intenta que coma de tu mano, acaríciale la cabeza, déjale que se suba a tu mano, etc. Sácale de la jaula para que pasee, pero vigila que las puertas y ventanas estén cerradas para que no pueda escapar, y también para que no corra peligro de darse un golpe.
Cuanto más integrado se sienta el loro en la familia más contento estará y en consecuencia receptivo a hablar y mostrar su felicidad. A la hora de comer, comparte con él ensalada, fruta, pan o queso fresco. Al tiempo que compartes con él tus momentos, háblale como si fuera un niño más de la casa. El loro irá así aprendiendo las palabras y tus instrucciones. No le enseñes palabras malsonantes o a la larga todo el mundo se hartará de él por maleducado.

