Los hámsters son las mascotas que más se prestan a la hora de obsequiarlas con nuestras manualidades. Su tamaño diminuto hace que sea fácil diseñar una casa, un puente o un columpio, incluso un comedero o ropa, además de que el gasto de materiales será mínimo.
Sin embargo, debes tener en cuenta que nuestro amiguito es, ante todo, un roedor y eso significa que utilizará sus dientes para mordisquear tu trabajo. Si puede destrozarlo, probablemente lo haga. En primer lugar, debes considerar la salud de tu animal y, en segundo, tu esfuerzo. No hace falta que te mates construyendo un Taj Mahal para tu hámster.
Es recomendable, en este caso, que vigiles muy de cerca el material que vas a emplear. Para que te hagas una idea, no puedes utilizar barnices, goma eva, pegamentos de contacto, disolventes, plástico o alambres. Son inseguros para tu hámster. En la mayoría de casos, son elementos tóxicos para los hámsters o son difíciles de digerir y les provoca problemas intestinales.
Cuando usamos madera, por ejemplo, debemos comprobar que no sea madera de pino. Ésta es la más habitual en las carpinterías y en las papelerías, pero no porque sea fácil de encontrar debemos optar por ella. Si queremos hacerle una casa al hámster, es mejor utilizar madera de álamo o haya.
Si nos decantamos por el cartón, que es otro material válido para las manualidades, aunque muy fácil de roer para ellos, debemos asegurarnos de que no hay rastro de pegamento (como ocurre con los tubos de papel de cocina) ni de tinturas que pueden ser tóxicas.
El pegamento que empleemos debe ser una cola blanca para niños o un pegamento de barra. Aun así, hay que cuidar la cantidad que echamos y la zona. Es preferible que los hámsters no lleguen a roerlo.
Sabiendo esto, ya puedes hacer sin problemas tus manualidades para hámsters y sorprender a tu tierno amiguito. Otro día hablaremos de cuáles son las mejores acogidas para ayudar al bicho con su ejercicio.
Paola Vergara