Cuando son pequeños, tanto los gatos como lo perros, se forma un linda amistad que dura para toda la vida. ¿Pero qué hacer cuando esa amistad se rompe? Y en vez de haber paz debemos ser árbitros de una pelea en medio del hogar.
Es hermoso ver y contar interesantes historias de cómo nuestras mascotas se hacen fácilmente amigos, juega y se protegen el uno del otro. Para que esta amistad siempre dure a ambos hay que tratarlos por igual, con los mismos cuidados, el baño, el juego. Esta amistad es tal que a veces el perro permite que el gatito coma de su plato pero hay veces que no es hacía y es mejor que cada uno tenga su plato por muchas razones.
No permitamos que se rompa la amistad
Los juegos bruscos que son insinuados por las personas provocan que esa amistad se rompa. Hay quienes que lanzan al gato hacia el perro y éste es lastimado por las uñas del gato, aunque no hayan sido con intención de lastimarlo éste queda herido y ofendido. Hacemos de esta manera que el odio se despierte en estas dulces mascotas.
La importancia de un buen inicio
Para que una relación pueda ser próspera y duradera debe empezar con un buen comienzo, o sea cuando son pequeños ya que por naturaleza a temprana edad son juguetones, duermen juntos en fin y debemos nosotros jugar un papel importante en esa relación, recuerde que todos formamos parte de esa relación de amistad y todos somos afectados cuando esa amistad se rompe o uno falte en la familia.
