Los perros son mascotas llenas de energía que buscan constantemente nuestro cariño y nuestra atención. En otras palabras, podemos considerar a los perros como niños pequeños, y, como tales, tienen grandes necesidades de jugar. A nosotros como dueños también nos viene bien, pues aprendemos a conocer a nuestras mascotas y hacemos actividades en conjunto.
Indice
El escondite
Este juego es más divertido si participan dos o tres miembros de la familia, incluso más. Consiste en esconderse (mientras uno sostiene al perro) e ir llamándolo. Cuando el perro encuentre a alguien, se le premiará con una golosina y se le animará a encontrar a la siguiente persona.
Encuéntralo
Coge algo que le guste, bien una galleta o una golosina especial para perros, muéstraselo y déjaselo en un lugar visible y accesible para tu mascota. Dile “busca” y permítele cogerlo. Repite la acción añadiendo un poco de dificultad: pon el objeto en una mesa, debajo de una silla, detrás de un portarretrato, etc. Más adelante, a medida que el perro aprenda, podrás subirle la dificultad.
Atrapa la golosina
Otro juego divertido consiste en coger algo que le guste comer y lanzárselo para que lo atrape. Igual que en el anterior juego, puedes ir incrementando la dificultad.
