Dolor, una causa de agresividad en los perros

La agresividad es uno de los problemas de comportamiento más recurrentes en los perros, así como uno de los causantes principales del abandono y posterior sacrificio de estos animales. Y a pesar de que existen diversos estudios respecto a este tema, el desconocimiento general sigue siendo grande.

Uno de los inconvenientes más comunes que se producen a raíz de este desconocimiento es el no buscar ayuda profesional para identificar y tratar aquello que ha desarrollado la agresividad en el can, provocando un agravamiento del problema o llegando incluso a un punto de no retorno.

Esto es algo que se ve muy a menudo con uno de los factores desencadenantes de la agresividad al que menos se le suele tomar en consideración, el dolor, una causa de agresividad en los perros común y desconocida en el día a día.

Tipos de agresividad en los perros y la agresividad provocada por dolor

La agresividad tiene tras de sí diferentes motivos que causan su aparición, y cada uno de estos motivos es dividido en un tipo de agresividad. Algunos de los ejemplos más conocidos son la agresividad territorial, maternal, por miedo y redirigida, aunque existen muchos otros tipos.

La agresividad por dolor, como su nombre lo indica, es la que se produce cuando el perro sufre de alguna dolencia que puede ser provocada tanto por una enfermedad como por una herida externa. El dolor vuelve irritable al animal y le da una sensación de vulnerabilidad, lo que lleva a la aparición de comportamientos agresivos e incluso de ataques si el perro es manipulado.

La agresividad por dolor en los perros es la causa más común de ataques por parte de canes que no poseían historial alguno de agresión, y también un causante reconocido del agravamiento de comportamientos agresivos en perros que los padecían con anterioridad.

Las dolencias y enfermedades que pueden llevar a una reacción agresiva son variadas, y prácticamente cualquier cosa que le produzca un fuerte y constante dolor al perro puede desencadenarla. En los perros grandes por ejemplo, la displasia de cadera es uno de los motivos más frecuentes; por otro lado, las caries son otra fuente de dolor y agresividad preocupante, que comparten todos las canes por igual sin importar su tamaño o raza.

Un punto importante a destacar, es que hay enfermedades que aunque no producen directamente dolor sobre el animal, sí causan la aparición de agresividad en el can, como lo son las enfermedades de desarrollo, estados demenciales, síndrome de disfunción cognitiva, deficiencias sensoriales, hipotiroidismo, entre otras.

Señales de agresividad por dolor en perros

Una de las características de la agresividad por dolor es que el ataque o reacción agresiva suele ser simultánea, sin indicios previos de que iban a ocurrir. Esto es algo que se nota sobre todo en perros que no eran agresivos con anterioridad, el dolor los hace impulsivos y reaccionan ante aquello que les ha incrementado la molestia.

En el caso de perros que sí tienen historial previo de agresión puede suceder de la misma manera, aunque también puede ocurrir que muestren alguna advertencia previa. En estos casos, la agresividad del can es incrementada y los ataques pueden ser mucho más violentos que en situaciones anteriores.

Sin embargo, es importante estar atento a las señales de advertencia usuales que dan los perros, estas son: cuerpo rígido, orejas hacia atrás y enseñando los dientes; gruñidos, ladridos y chasquidos de dientes, mirada fija y golpes con la nariz.