Si ves que tu minino utiliza el sofá para afilar sus garras, no te enojes demasiado con él. Los rasguños del gato en los sillones de tu living o en cualquiera de tus pertenencias, aunque no lo parezca, son parte de su comportamiento natural.
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Los gatos hacen esto para dejar su olor en el hogar. Algunas glándulas sudoríparas se encuentran entre sus garras y cuando araña objetos deja su marca, la señal de que vive allí. Al mismo tiempo mantiene sus zarpas afiladas.
En un sitio de estar como es el living de la casa, los humanos también dejamos nuestro olor. Cuando el gato impregna su esencia, a su entender también reafirma su relación con sus parientes humanos.
Puedes educar a tu gato, para que no destruya tus muebles, si tienes paciencia y la determinación de persistir hasta que se acostumbre a las reglas del hogar.
Un rascador para los rasguños del gato
Para que tu gato cambie su comportamiento, debes brindarle alternativas. Y la más viable es un rascador. Funciona el 99% de las veces, porque tiene una textura rugosa y disposición vertical, cualidades que les resultan muy atractivas a los mininos.
Si lo colocas estratégicamente cerca de los objetos que acostumbra a rasgar, como es el caso del living, es prácticamente seguro que le llamará la atención.
Cómo alejarlo de los sillones
Es posible que, a pesar de que le hayas conseguido un rascador, persista en la intención de desgarrar tus cómodas o sillones. Entonces puedes emplear dos tácticas efectivas para que ya no le resulten atractivos.
Una es colocar hojas de papel aluminio, que es refractante y que el provoca una sensación de rechazo. Otra es rociando tus sillones con una mezcla de vinagre de manzana con agua. Para nosotros es una combinación sin olor, pero para el olfato sensible del minino, es desagradable y se sentirá motivado a alejarse del lugar.
Un rociador de agua
También es necesario que reafirmes tu posición, la indicación clara de que no puede rasguñar tus sillones. Para eso, puedes echarle un poco de agua con un rociador. Un pequeño chorro fino lo repelerá, y lo apartará de la zona.
No abuses de este recurso, rociándolo en cualquier momento. Solo utilízalo cuando lo veas con las patas listas para actuar sobre el mueble. Es como darle un pequeño reto, en una forma que el gato puede entender. Cuando lo veas usando el rascador, dale afecto. De este modo reforzarás una conducta positiva y lograrás erradicar los rasguños del gato en los sillones.
Imagen: cortesía de www.happycat.cl