3 tips para pasear a tu perro

Una práctica imprescindible y que necesita formar parte del día a día es pasear a tu perro, pues es un elemento fundamental para mantenerlos sanos, felices y en forma. Los ratos de paseo con la mascota ayudan a afianzar los vínculos y a liberarlos de estrés, sobre todo cuando estos viven en espacios pequeños o sin jardín. Para realizar un paseo en buenas condiciones y equilibrado, es recomendable tener en cuanta los siguientes puntos:

1. Características especiales del can:

Es necesario que los dueños o el encargado de sacar a pasear a la mascota, se adapte a las necesidades especiales del can, teniendo siempre en consideración la raza, la edad o si sufre de algún problema en particular, como dificultades respiratorias, entre otros. Estos datos son de suma importancia ya que le permiten a la persona saber que puede hacer y que no a la hora de salir a pasear, que cantidad de tiempo se le debe dedicar al paseo, si necesita algún equipamiento especial o si cierto día es realmente apropiado para salir.

2. Equipamiento para el paseo

El dueño siempre debe fijarse con detenimiento en los equipos que usa y si estos son los adecuados para la mascota. Para algunos perros es más recomendable el uso de arnés, así como otros pueden verse en la necesidad de llevar un abrigo si el clima invernal ya está haciendo su efecto, esto hace que el prestarle atención a dichas características se vuelva una clave irreemplazable para asegurar un paseo cómodo y agradable para el can.

En este punto se deben considerar las bolsas para recoger los excrementos, el tipo de correa más efectivo para mantener el control sobre el perro, cualquier accesorio que le pueda servir para protegerse del clima, juguetes, placa de identificación, entre otro.

3. La actitud antes y durante el paseo

La calma, la paciencia y la comprensión son elementos esenciales a la hora de sacar a un perro a pasear, enseñarle nuevos trucos o pasar un rato agradable con él. La actitud de la persona afecta directamente al animal, por lo que si esta es negativa, las probabilidades de que el perro se estrese o se comporte mal son más altas. El dueño nunca debe olvidar que el perro no es un robot, que este tiene sus propias necesidades e instinto, lo que causa que algunas cosas le provoquen rechazo o le sean más difíciles de asimilar.