Si estás estresado, tu perro también lo está

La relación entre humanos y perros se ha venido formando desde hace miles de años, dando como resultado la creación de un fuerte vínculo entre ambos. Los motivos detrás de que a los perros se les llame el “mejor amigo del hombre” son variados, pero los principales son la profunda lealtad de los canes hacia las personas y su capacidad de interpretar las emociones humanas.

Los perros poseen la capacidad de sentir y detectar las diversas señales emitidas por los humanos, tanto a través del lenguaje corporal como por los olores emitidos por las personas. Pero esta misma habilidad canina forjada por siglos de convivencia puede llegar incluso más allá, hasta el punto de absorber lo que sienten sus compañeros humanos. Convirtiendo el decir “si estás estresado, tu perro también lo está” en algo de mayor relevancia de la que se le da hoy en día.

¿El estrés y la ansiedad de un humano puede ser trasladado a su compañero canino?

Los perros, al igual que los humanos y otros animales, pueden sufrir de estrés y ansiedad, junto a todos los problemas que pueden desencadenar estos si duran más tiempo de lo que es naturalmente normal. Pero además de las causas comunes para la aparición de estrés y ansiedad, se ha evidenciado en estudios recientes que los perros también pueden desarrollarlos debido al estado mental de uno de sus dueños.

En el estudio publicado en la revista Scientific Reports el 06 de junio, por la zoóloga Lina Roth y sus colegas de la Universidad de Linkoping en Suecia; se muestra que los perros que conviven con personas que padecen de ansiedad o estrés prolongado tienen altas probabilidades de manifestar los mismos niveles e incluso entrar en su etapa crónica. Todo esto gracias a la capacidad de los perros de sentir las emociones humanas y por consecuencia, hacerlas suyas.

De esta forma y a través de diversas pruebas, Roth y sus colegas encontraron fuertes evidencias de que los estados emocionales de los humanos afectan a los perros, pues estos sienten las energías transmitidas por sus dueños. Esto se puede ver en mayor o menor medida en el día a día, cuando la persona está feliz, su perro lo está aún más, cuando la persona está desanimada el perro se entristece, y si estás estresado, tu perro también lo está.

 

 

El estudio realizado por la Universidad Linkoping

Para el estudio, se reclutaron a 58 parejas con de perros, donde se incluían a las razas de pastores de Shetland, con 33 ejemplares, y a 25 border collies. La investigación se centró en estudiar los niveles de la hormona del estrés, cortisol, en el pelo de las mascotas y sus dueños para medir los diferentes niveles existentes en un tiempo prolongado.

Y a pesar de medir otras variables como las diferencias estacionales en los niveles de actividad y estilo de vida, los niveles de estrés y ansiedad de los canes estudiados siempre correspondían a los de sus dueños. Es decir, que cuando había una persona con altos niveles de cortisol en su cabello, su perro también presentaba niveles similares o iguales de cortisol.

Un dato curioso obtenido durante la investigación, fue que esto solo ocurría en un sentido y no a la inversa, por lo que los perros estresados o con ansiedad prolongada no producían este estado en sus dueños; pero los humanos sí que se lo transmitían a sus mascotas.

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