
Qué hacer si sospechamos que nuestra perra lleva mal su embarazo
Lo primero que hay que hacer es someter a nuestra perra a revisiones veterinarias para que el profesional controle la gestación. A pesar de las precauciones, puede provocarse un aborto natural que, como en las personas, puede deberse a diversas causas: muerte de los cachorros, bacterias, anomalías, problemas hormonales, accidentes, parásitos,etc.
Otra veces, si existen riesgos debido a la mala salud del animal, o a su edad, el veterinario puede aconsejar interrumpir el embarazo. Lo ideal es realizarlo antes del mes y medio de gestación. En este caso, tras examinar al perro mediante ecografías y análisis conocerá el estado en el que se encuentra.
El método habitual consiste en poner a la perra, de forma muy controlada, dos inyecciones que suelen contener distintas dosis de antiprolactinos, corticoesteroides o antiprogestínicos. El proceso no suele tener efectos secundarios y el animal puede marcharse a su casa.
El síntoma que delata que una perra ha sufrido un aborto es el habitual sangrado vaginal.

