Al igual que las personas las mascotas también se ponen enfermas y, como es lógico, sus síntomas tampoco son tan diferentes a los nuestros cuando estamos malitos. Pero sin duda sí que es más complicada de diagnosticar la enfermedad en los animales. ¿Cómo saber si mi gato tiene fiebre?
Podemos ponerle el termómetro, pero como sabemos que esta medida no es mucho del agrado de los animales y que resulta bastante complicado, tampoco vamos a estar todo el día pasando por ese mal trago. Por eso, te ofrecemos algunas pistas para que puedas sospechar si tu gato pudiera estar teniendo fiebre.
La fiebre gatuna
Partimos de la base de que la temperatura normal de un gato es de unos 38º. Por lo tanto, la temperatura superior a 39º ya es preocupante. Hay algunos síntomas que nos pondrán en alerta de que nuestra mascota puede tener fiebre. Algunos de estos indicios son que la mucosa nasal se le reseca y el animal se mostrará agitado e inquieto. Su pulso estará más acelerado de lo habitual y le costará respirar.
Si tu gato insiste en recostarse y le notas decaído, con los ojos semicerrados, significa que la fiebre es prolongada, y deberás llevarlo al veterinario para que lo revise y te aconseje sus cuidados.
Tomar la temperatura
Es recomendable aplicarle vaselina al termómetro antes de introducirlo en el ano del animal. Elige un momento en que tu gato esté más relajado, dále mimos, e introduce el termómetro con suavidad a unos 2 centímetros de profundidad. Compra un termómetro rápido, los suelen vender en el centro veterinario, y basta con 1 minuto para marcar la temperatura.