Suele suceder muchas veces que las personas que llevan conviviendo cierto tiempo con gatos sientan que no se ha generado un vínculo de confianza. Si eres cuidador de un gato, incluso podrías notar que no hay vínculos con tu gato o que este se comporta de una manera distante. En cualquier caso, hay que recordar que aunque un gato esté socializado, es muy posible que tenga algunos rasgos de su carácter que recuerden a sus antepasados felinos. Es decir, que no esté totalmente domesticado y pueda tener algunos comportamientos con rastros de sus orígenes salvajes.
Indice
Las personas que han decidido adoptar un gato, deben también aprender a conocer las necesidades que tienen estos felinos domésticos. Además de cuidar su alimentación y su salud, también hay que crear un ambiente que ayude a promover el bienestar general de tu gatito. De esta manera, hay que saber que la mayoría de los gatos prefiere tener el control de sus interacciones sociales. Entender su comportamiento podría ser el primer paso para que puedas fortalecer los vínculos con tu gato.
Fortalecer los vínculos con tu gato
Lo primero que debes saber que los gatos pueden tener tendencias a confiar en los humanos, pero estas dependerán en gran parte de lo que haya vivido tu gato cuando era muy pequeño. Si durante la primera y la séptima semana de su vida ha tenido experiencias agradables y positivas con los humanos, es mucho más probable que esté dispuesto a establecer relaciones estrechas con personas a lo largo de su vida. De hecho, malas experiencias durante esas primeras semanas de su vida podrían llevar a tu gato a no poder establecer una relación fuerte con un ser humano.
Los cinco pilares del bienestar felino
Como decíamos antes, comprender las necesidades de tu gato es fundamental para crear vínculos con él. Hay cinco pilares en los que se basa el bienestar de los gatos. El primero es lograr un ambiente seguro, donde tu gato pueda moverse con tranquilidad y disponer de un espacio para refugiarse con seguridad.
El segundo pilar es que debe contar con espacios separados para las diferentes actividades diarias. Esto es, comer, beber, descansar, hacer sus necesidades, rascar y jugar. También podría necesitar varios espacios separados con la misma función. En caso que haya más de un gato, es importante repartir los espacios para evitar conflictos.
El tercer pilar es el referido a las oportunidades para jugar y cazar. Recordemos que los gatos son cazadores por naturaleza, así que puedes fomentar esas habilidades a través del juego.
El cuarto pilar se relaciona con las interacciones con los seres humanos: estas deben ser agradables, previsibles y regulares. Nunca hay que obligar a un gato a tener una interacción, porque esto resultará negativo en casi todos los casos. Por el contrario, hay que dejarlo acercarse a ti.
El quinto pilar es respetar su sentido del olfato, uno de los más desarrollados en los mininos. Un gato que se sienta amenazado, rodeado de olores desconocidos, podrá tener muchas dificultades para establecer vínculos.
Imagen cortesía de https://pixabay.com, a quien pertenecen todos los derechos