Los animales domésticos se han convertido en un miembro más de la familia. De eso no hay ninguna duda. Los mimos y atenciones que les damos son cada vez mayores. Algo que se nota tanto en el dinero que invertimos en nuestras mascotas, en su salud y en su bienestar, como en las políticas públicas que, desde hace años, las diferentes administraciones públicas están llevando a cabo para proteger a los animales.
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La aprobación de la reciente Ley Animal es consecuencia de esta evolución. Sin embargo, desde mucho antes, las administraciones locales han ido creado espacios dirigidos al disfrute de nuestros animales como, por ejemplo, los perros. Además de parques caninos, la inversión y mejora en playas para perros es hoy una realidad incuestionable. De hecho, son muchos los municipios que han trazado esta oferta de playas como uno de sus argumentos a la hora de captar turismo, tanto nacional como internacional.
Para hacer posible esta estrategia “pet friendly” y poder posicionarse como destinos de referencia, la mejora de estas playas es constante y no han dejado de evolucionar con nuevos servicios adaptados en los últimos años.
Más de una década de trabajo
Tal y como explican en el Magazine de Zooplus, la primera playa para perros oficial en España se registró en el año 2010 en la Costa Brava, concretamente en Empuriabrava (Girona). Desde entonces, han pasado trece años en los que cientos de municipios se han unido a este primer paso y han dedicado una parte de su litoral para que pueda ser disfrutado por los animales.
El aumento de mascotas en España, junto con una mayor concienciación sobre su bienestar por parte de los amos, también ha impulsado la demanda de este tipo de playas adaptadas. Los datos que maneja el portal especializado “HotelesMascotas” registran que en España había en el verano de este año, 2023, más de 100 playas para perros a lo largo de toda la costa española. Probablemente haya más.
Esta oferta del litoral va mucho más allá de dar permiso para que los perros puedan entrar en el agua, en la arena o en las rocas, en función del tipo de playa. En la actualidad, los responsables turísticos han adaptado mucho de los servicios de las mismas para que disfrutar de la playa sea mucho más placentero tanto para los dueños como para los animales.
De este modo, estas playas ya se diseñan pensando al 100% para las mascotas y algunas están empezando a incluir areneros, duchas, zonas de juegos y agua adaptada para que puedan refrescarse y nadar. Al mismo tiempo que cada vez son más las personas que van a la playa con sus mascotas, son muchos los emprendedores que han visto la posibilidad de crear un negocio de una necesidad.
De ahí que en muchas de las playas para perros sea común ver en los alrededores negocios y comercios dirigidos a los perros: bares con menús para ellos, veterinarios, peluquería canina o tiendas especializadas para comprar juguetes y otros accesorios.
Este tipo de negocios puede verse en playas de todo el litoral español. En la provincia de Alicante, por ejemplo, la Playa Punta del Riu de El Campello cuenta en las cercanías con una amplia variedad de negocios de hostelería donde los perros son bienvenidos y donde pueden comer o beber sin ningún tipo de problema.
En Andalucía, por ejemplo, fue en el año 2019, cuando la playa canina de Torre del Mar se convirtió en la primera que recibió la “Q” de Calidad de Andalucía. Inaugurada para su uso por perros en agosto de 2016 y formada por arena fina, este espacio se ha convertido en uno de los favoritos para acudir en la provincia de Málaga con mascotas. El arenal cuenta con una zona de pipicán de 150 metros cuadrados y otro espacio de juegos con un columpio, barras de equilibrio, un túnel o ruedas para saltar.
Una apuesta por la limpieza y la sostenibilidad
Como recurso natural que es una playa, estas también tienen que ser cuidadas. Por ello, los responsables municipales hacen un intenso trabajo para promover la limpieza y la sostenibilidad de las mismas. En concreto, son muchos los ayuntamientos que están implementando medidas ecológicas como son los programas de limpieza y reciclaje para mantener los arenales limpios.
A ello se unen campañas de sensibilidad entre los propietarios para fomentar conductas respetuosas con el medio ambiente y, al mismo tiempo, respetar el mobiliario canino presente. Las playas caninas se han consolidado en España como espacios lúdicos de primer orden para el disfrute de las mascotas, ofreciendo servicios, diseños y experiencias pensadas exclusivamente para ellas.
Algo que irá a más en los próximos años debido a que cada vez hay más gente, tanto los propios ciudadanos del entorno como turistas internacionales, que no están dispuestos a dejar a sus mascotas en casa o en centros de acogida durante las vacaciones. De ahí que la labor de promoción turística de estos espacios sea cada vez mayor. ¿Cuáles serán las próximas innovaciones que llegarán para mejorar la experiencia playera de nuestros perros? Seguro que pronto las veremos.