Cuando tu cachorro llega a casa, puede ser natural querer bañarlo. Esto permitirá que empiece a vivir en su nuevo hogar limpio y fresco. Lo que podemos recomendar son algunas acciones acerca de cómo bañar a tu cachorro para que la experiencia se convierta en algo placentero.
Indice
Trata siempre de realizar movimientos suaves pero a la vez seguros. Esto podrá indicar a tu perro que se trata de una experiencia nueva y prestará atención. ¡Toma nota y baña a tu cachorro como un experto!
Qué necesitas para bañar a tu cachorro en casa
La primera acción que podrás realizar para bañar a tu cachorro es buscar una mesa sólida y estable. Esta debe tener una alfombrilla de goma. De esta manera evitarás que se resbale y caiga.
Los implementos necesarios para bañar a tu perro son los siguientes:
- Mesa estable
- Contenedor o bañera para perros
- Alfombrilla anti resbalante
- Toalla de tamaño mediano para absorber el agua y secarlo
- Secador de pelo
- Cepillo para perros
- Champú para perros
- Esponja
El proceso del baño
Una vez que tengas todos los implementos, coloca al cachorro sobre la mesa que ya tendrá la bañera y la alfombrilla de goma adentro. Al verse en un punto elevado y desconocido, el cachorro comprenderá que no se trata de un juego. Así podrás manipularlo de forma segura pero suave para que no se sienta maltratado.
En este momento puede colocar la toalla sobre la mesa, para que ayude al trabajo de la alfombrilla y también absorba el exceso de agua.
Puedes comenzar el baño con un cepillado suave. Esto tiene una doble función: la primera es que podrás eliminar los rastros de suciedad de su pelo. La segunda función es que podrá relajarse por los movimientos suaves del cepillado.
Antes de comenzar el baño, es recomendable que prendas el secador de pelo y lo dejes en funcionamiento. La idea es que el cachorro se acostumbre al ruido que hace el artefacto y no se asuste luego cuando intentes secarle el pelo y escuche el ruido de manera imprevista.
Coloca al cachorro en la bañera para perros y moja su pelo utilizando agua templada. Revisa que el agua no esté demasiado fría ni demasiado caliente. Reparte el champú por todo el pelo del perro, usando una esponja blanda para ayudar a esparcirlo.
Una vez que tenga el champú distribuido, frota al perro suavemente y dale un masaje por todo el cuerpo. De esta manera no solamente lo estarás lavando, sino que también aprenderá a sentirse cuidado y querido. Luego de ello, enjuaga bien el pelo del cachorro para que no queden rastros del champú.
En este momento seca a tu perro con la toalla de manera enérgica. Luego podrás utilizar el secador que todavía sigue encendido. El aire debe estar templado, no demasiado caliente. Puedes empezar a aplicar el aire del secador desde la cola y evita apuntar directamente al hocico o a los oídos. Apoya a tu cachorro sobre tu estómago para que puedas controlarlo bien.
Asegúrate de que esté completamente seco y cuando todo el proceso haya terminado, puedes darle un premio o alguna chuchería.
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