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El prurito, el cual es el término médico para la picazón o comezón en la piel, es una enfermedad que afecta a un gran número de especies animales, variando en causas y tratamientos efectivos.
El nivel de advertencia por la aparición de esta enfermedad puede ser leve, algo con un tratamiento rápido y que no deja secuela alguna al animal, o convertirse en una amenaza crítica para la salud de este; con secuelas notorias y tratamientos extensos.
En lo que respecta al prurito en los gatos, detectarlo y determinar que lo desarrollo es una tarea un tanto complicada para las personas, en especial si estas no acuden con tiempo al veterinario. Para tener una mayor idea de algunas de las causas en felinos, animales extremadamente resistentes y adaptados a muchas inclemencias de su entorno, es importante darle un vistazo a las 3 cosas que producen comezón a tu gato.
Garrapatas, pulgas y otros insectos
Los archienemigos de los perros, las pulgas y las garrapatas, son un problema más común de lo que se cree en la vida de los felinos. Debido a sus hábitos, es difícil dar con rastros de pulgas en el pelaje de los gatos, quienes suelen eliminar toda evidencia de su presencia en su rutina de acicalamiento.
Sin embargo, la picadura de las pulgas y las garrapatas, más específicamente su saliva, puede ocasionar fuertes alergias cutáneas en el minino, algo que se da principalmente en los gatos con dermatitis por alergia a las pulgas (FAD). Aparte de ellas, otros parásitos externos como los ácaros son protagonistas de muchos casos de prurito en gatos.
Además de esto, las picaduras de abejas, avispas, arañas, entre otros animales con veneno o agentes potencialmente dañinos, pueden iniciar una fuerte comezón en la piel de los felinos, circunstancia que puede agravarse si no se trata con rapidez.
Acné felino
El acné felino, también llamado acné de barbilla o de gato, y en su etapa más avanzada como furunculosis, es otra de las causas de comezón en gatos, y una de las más molestas, irritantes y dolorosas.
El acné felino se presenta usualmente en la barbilla del gato, y si se desarrolla pasa por una etapa de convertirse en espinillas, luego en protuberancias rojas, seguido de granos, hasta llegar a su etapa final: abscesos que se rompen, crean costras y permiten el acceso de bacterias y parásitos, lo denominado como furunculosis.
Los casos más graves presentan pérdida de pelo, inflamación y drenaje de líquido por los conductos, además de que muchos gatos se crean otras heridas graves al rascarse con desesperación en busca de alivio.
Infecciones fúngicas
La infección de este tipo más conocida es la Tiña, la que casualmente es la infección cutánea contagiosa más común en gatos. La Tiña es también llamada como dermatofitosis, y afecta tanto al pelo, la piel, como a las uñas. Se caracteriza por heridas cutáneas pequeñas, redondas y sin pelo, apareciendo estas por lo general en la cabeza, orejas y cola.
Otras de sus características es que algunas de las heridas provocadas por la Tiña tienen una apariencia escamosa en su centro y pequeños accesos.
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