La adolescencia en los perros es una etapa igual de complicada que con los humanos, llegando a tomar desprevenidos a todos en el hogar cuando el cachorro empieza a dar sus primeras señales de rebeldía. Un nuevo mundo de experimentación, juegos y destrozos se abren ante el ya no tan pequeño cachorro, y sus compañeros humanos deben estar preparados para manejar esta etapa.
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La adolescencia se manifiesta en diferentes momentos dependiendo de la raza del cachorro, convirtiéndose en un paso más hacia su etapa adulta. El desarrollo del perro debe ser manejado con precaución para asegurar que su desenvolvimiento sea óptimo, por lo que conocer cómo cuidar de tu cachorro cuando llega a la adolescencia es vital.
¿En qué momento empieza la etapa adolescente en los cachorros?
El despertar de la adolescencia en el can depende principalmente de su raza, viéndose influenciada también por la alimentación que este recibe. Las razas pequeñas por lo general pasan más rápido por esta etapa, iniciando entre los cuatro o seis meses de edad, y durando no más de seis meses en ella.
Las razas grandes suelen manifestarla entre los ocho y diez meses de edad, mientras que las razas gigantes tardan un poco más en entrar en ella, siendo esto alrededor de los doce a dieciocho meses de edad.
La alimentación de un cachorro en la etapa adolescente
Como en todas sus etapas, el perro necesitará recibir una alimentación balanceada y que cubra todas sus necesidades. En la adolescencia como tal, los cachorros reciben un desborde de energía y necesitan una cantidad de nutrientes específicos acorde a su raza.
Además, al ser esta la etapa principal de transición a la fase adulta, los cuidados alimenticios cobran a un más importancia. Pues es aquí cuando el can empieza a desarrollarse para convertirse en un adulto, lo que no solo incluye a la madurez sexual, sino también al desarrollo de sus huesos.
Reforzamiento del adiestramiento
En la adolescencia perruna, el cachorro tendrá una alta tendencia a desobedecer y mostrar otro tipo de actitudes negativas a causa de las hormonas; siendo la agresividad y el ataque a todo objeto que esté a su alcance, unas de las más características.
A pesar de esto, la persona no debe dejar de lado el adiestramiento, al contrario, está en la necesidad de dirigir más energías a ello. La socialización, la interacción con otros animales y entornos, el reconocimiento de comandos, entre otros elementos cruciales para su vida, deben estar presentes en todas sus etapas. Por lo que la paciencia y la perseverancia son la clave.
Sin embargo, es importante reconocer cuándo un nuevo comportamiento en el can es natural y necesario para su desarrollo, y cuándo no lo es. De esta manera se evitará afectar negativamente su etapa de socialización y descubrimiento adolescente.
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